Fernando Palma RodríguezJulyJul 11th - SeptemberSep 1st, 2018Gaga L.A.

Gaga se complace en presentar la tercera muestra de Fernando Palma Rodríguez en la galería.

La exposición expande sobre la obra actualmente expuesta en MOMA PS1, In Ixtli In Yollotl / We the People y su reciente retrospectiva en el Museo de Arte de Oaxaca Guex Liu, Kuu ñunro, Totlalhuan / Nuestra Tierra. De igual manera que en muestras pasadas, Fernando retoma y reprograma esculturas hechas en las últimas dos décadas.

De nuevo aparecen personajes familiares. El Soldado (2001) rojo, centinela del oeste y representante de Cihuatampa, que mira al lugar de las mujeres guerreras y vigila la entrada al templo, marchando hacia delante y hacia atrás mientras a lo lejos sus tres hermanos apuntan a las otras tres regiones del mundo horizontal. Mictlampa al norte, Huitlampa al sur y al este Tlahuiztlampa, regido por Xipetotec.

Al subir los escalones somos recibidos por Xipetotec (2018) quien rige la región del sol naciente y representa la renovación, el desprendimiento de lo que ya no es útil, la regeneración de la naturaleza espiritual, así como la transformación del suelo seco en suelo fértil, cubriéndose la cara con la piel de un joven sacrificado. Es dios también de los artesanos, del maíz tierno, de la abundancia y la riqueza y quien castiga a los que roban. Nos invita aquí a presenciar un diálogo y una danza. Xipe está rodeado por las serpientes de la Cuatlicue y una silla baila en su mano.

En el segundo plano de la galería, uno más inconsciente, aparece Xi mo matlazacan ce cehce (2006) danza del maíz tierno y la maleza, campo y ciudad, la obra más “alegre que el alegre” que el artista ha hecho es una especie de autorretrato del coyote, su alter ego, que nos remonta al tiempo en el que Fernando trabajaba en Anthony D’Offay instalando obra de otros artistas subido en escaleras.

A un lado, tres personajes, Los Nahuales (2017), discuten el presente, el pasado y el futuro. El Nahual es la parte del individuo que nos vincula con lo sagrado, es nuestro animal tutelar y algunos incluso pueden llegar a transformarse en él. Sus capas los protegen del agua y estas pronto dejarán de existir. Nahual también quiere decir cubrirse con un rebozo. Nos recuerdan, dice el artista, a como en un futuro sólo quedarán las piedras mientras todo el resto desaparecerá. Las piedras que vienen de Oaxaca que sirven para moler el maíz, para tallar formas, o las que vienen del LA River que sostienen y decoran, “propiedad de la nación”, sostienen al soldado como un Sísifo a la inversa para volver y volver al mismo lugar.

Dos pinturas forman parte de la exposición y continúan investigaciones y teorías que Palma Rodríguez ha desarrollado sobre códices prehispánicos. El gato que abusa del ratón, Michin huan quimichtin (2016), imagen que resuena con la enorme cantidad de abusos de poder en México y Tetzahualiztli (2016) o espectro, parte de un sueño imaginando el camino de regreso al pueblo, premonición del compromiso con la tierra ancestral.

Fernando Palma Rodríguez (San Pedro Atocpan, México, 1957) vive y trabaja en la región agrícola de Milpa Alta, en las afueras de la Ciudad de México, donde dirige Calpulli Tecalco AC, una organización sin fines de lucro dedicada a la preservación del idioma y la agricultura nahua. Recientemente, tuvo una retrospectiva en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (2017). Su trabajo ha sido incluido en exposiciones en FRAC des Pays de la Loire, Francia (2016); Parallel Oaxaca, México (2016); Nottingham Contemporary, Inglaterra (2015); la Bienal de las Américas, Denver, Colorado (2015); Museo Universitario del Chopo, Ciudad de México, México (2014); y SITE Santa Fe, Nuevo México (2014).